La adopción puede ser Nacional es decir optar por la disposición de ofrecerse como familia, de un niño de tu propia nacionalidad o la adopción de un niño fuera de las fronteras de tu país. Existen diferencias entre ambos tipos de adopción que afectarán tanto al proceso de tramitación como a tu estilo de vida en general una vez tu hijo o hija llegue a su nuevo hogar.
Principalmente, en la adopción nacional el coste de tramitación es mucho más reducido que en el la adopción internacional. Además, en cuanto a cuestiones legales, todos los trámites se realizan en nuestro país y bajo las mismas leyes. Es el Juez español de primera instancia el que dicta el Auto de Adopción, sin intervenciones de autoridades de otros países. Los niños más pequeños tienen una edad más reducida, porque los países que han ratificado El Convenio de la Haya, entre ellos España, deberán intentar que los niños que puedan ser adoptados, han de buscar primero una familia en su país antes de darlos en adopción internacional. No obstante son muchas las familias que desean adoptar un niño muy pequeño y la espera suele ser más larga, así como que aunque en estos últimos años la adopción nacional ha aumentado, todavía son pocos los niños y muchas las familias que desean adoptar. No obstante hay niños mayores de seis años o con necesidades especiales, que son susceptibles de ser adoptados, pero que las familias no consideran que están preparadas para ese tipo de adopción.

En la Adopción internacional, el tiempo de espera suele ser más reducido, aunque en los últimos dos años este tiempo ha aumentado considerablemente en los países en los que mayoritariamente las familias Españolas dirigían su solicitud. En general la media de los niños que asignan es más reducida, y hay más niños adoptables, aunque últimamente por la revisión de los protocolos de adopción y de los procedimientos de protección, el número de niños se ha reducido y el tiempo de espera es mayor que hace unos años. Una de los aspectos a considerar es el elevado coste en las tramitaciones. En la mayoría de los casos los solicitantes tienen que desplazarse hasta el país de origen del niño o niña. En cuanto a cuestiones administrativas, dependerá de las leyes de dos países, leyes que a veces entran en conflicto, retrasando el proceso. Además, los padres deben entender las dificultades de la adopción de un niño de otra etnia y tendrán que valorar la integración de este menor en su entorno.